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Exactamente, este extraño efecto es causado por la interacción de nuestro sudor con el material de nuestras joyas. De hecho, significa que nuestras joyas tendrán un alto porcentaje de cobre en la aleación de la que están hechas. A veces es solo un efecto de la interacción de nuestro pH natural con varios materiales.
Este fenómeno es más visible en pendientes y anillos precisamente porque permanecen en contacto directo con la piel durante mucho tiempo. Si pensamos en pulseras o relojes por ejemplo, se mueven con más frecuencia por lo que es difícil ver los efectos.
En contacto con la piel, el cobre libera una especie de sales que decoloran las joyas, manchando la piel. Si nos damos cuenta de que casi todas las bisutería que poseemos tienen este efecto, la solución es comprar joyas de acero. De hecho, el acero inox es inoxidable. Entonces, en contacto con el sudor, no reacciona. También puedes comprar joyas de plata de ley 925, que contienen bajas cantidades de cobre, si quieres algo más caro.
Mientras tanto, para remediar la decoloración, puedes intentar limpiar la joya, con una solución de agua y limón, o con bicarbonato de sodio. Pero a menudo no volverá a ser como estaba antes. Lo único que podemos hacer con nuestro anillo favorito es aplicar una capa de esmalte transparente en el interior. De esta manera, esta parte en contacto con la piel quedará protegida del esmalte y ya no se decolorará. Evitando esos halos anti estéticos en los dedos.
Y es por eso que los pendientes y anillos se decoloran y manchan nuestra piel. Y sabemos cómo solucionarlo, al menos en parte. Para que podamos lucir nuestras joyas de moda sin ningún problema.
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